No sé si es la edad o la mierda de situación que vivimos en el maravilloso mundo de Ceimagen, en el que seguimos viniendo a currar a las 6 de la mañana para luego no ver un puto duro y que nos adeuden 3 mensualidades, una paga extra y una parte proporcional de otra, pero estoy superagotado, yo diría que fundido.
Yo sabía que los aspectos psicológicos afectaban al físico, pero no imaginaba que podrían tener una incidencia importante. Ahora sé que sí. Vale que duermo poco, pero la desazón derivada por esta lamentable vida de mierda a la que nos hayamos condenados los que trabajamos en esta empresa pasa factura. Por lo pronto, se te quitan las ganas de todo, vas al curro sin ningún tipo de aliciente y lo único que esperas es que un día se equivoquen y te paguen algo o que esto se vaya definitivamente al carajo y el paro te acoja entre sus cada vez más amplias listas.
Yo, personalmente, no puedo más. Estoy tan harto que cuando llego aquí me entra algo malo por el cuerpo y me encuentro 'regulá na má' la mitad de los días. Supongo (bueno, no lo supongo, lo sé) que no soy el único que está así. Es una sensación generalizada entre toda la plantilla. Aunque aún hay quien piensa que esto va a salir adelante. Pobres ilusos.
Necesito unas vacaciones como el comer o como el respirar. Necesito no levantarme más a las 5.15 de la madrugada a diario, necesito dormir, tener un trabajo normal en el que te paguen puntualmente tu sueldo completo, algo que no ocurre aquí desde hace casi dos años y medio. Vamos, en definitiva, un trabajo normal, con un horario normal, en una empresa normal.
Esto, queridos amigos bloggeros, es una auténtica pesadilla, y algunos de los que sois asiduos de estas crónicas choqueras lo sufrís en primera persona y lo sabéis mejor que nadie.
Sólo espero una cosa: que a todos nos vaya bien y encontremos una salida digna para nuestras trayectorias profesionales. Después de todo lo que llevamos soportado, es lo mínimo que nos merecemos.
En fin, que estoy deseando que llegue el jueves porque me piro de vacaciones y quién sabe si sólo será mi último día de trabajo aquí de momento, o lo será para siempre.
1 comentarios:
Justo esa es la sensación, la de estar agotados. Ya de por si el trabajo agota, pero no sólo a nosotros, faltaría más, sino a todo el mundo. Pero cuando para colmo el destino se te pone enfrente, mal negocio. Miro la foto y hago hasta pucheros, y eso que esta es de las últimas que tenemos todos juntos. Hay tantas otras: de fiestas, en el trabajo (trabajando, se entiende), en barbacoas, en cumpleaños, en las Colombinas...No siempre estamos todos en todas, pero qué extraordinario ha sido, qué raro, que se de un grupo que, salvando ciertos roces y diferencias propias de la convivencia, se lleve tan bien. Y digo bien: convivencia. Porque cuando uno sabe que va a entrar a currar a las 6 pero no sabe a qué hora va a acabar, uno convive con los compañeros: pasas con ellos la mayor parte del día. Y en los momentos en los que se pierde la esperanza, se teme también perder a los que se tiene alrededor. Para colmo ya tenemos que vernos obligados a echar de menos a algunos (hola hermanita mayor!).
En fin, lo dicho. Te deseo unas felices y dormilonas vacaciones.
PD: Verás qué raro es ver tu cara de otro color que no es el verde! jajaja!
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